Cuando entré, Alejandro Rossi hablaba de viajes, de amigos, de recuerdos y de una vejez que avanzaba rápidamente, y su rostro abarcaba la casi totalidad de la enorme pantalla que nos traía su imagen desde México hasta Barcelona. Antes de confirmar la correspondencia de estas últimas palabras del escritor con su rostro increíblemente envejecido, me sorprendió ver que un tubito elástico aparecía desde la parte inferior de la pantalla para acabar conectándose con su nariz. El autor de Manual del distraído hablaba irónicamente, con una voz carrasposa desde su respiración artificial, de su idea de escribir un libro con el título de “Manual del deprimido”, pues ahora que la edad parecía acumularse rencorosamente en sus últimos años de vida, ocurría que se deprimía con frecuencia. Había visto fotos de Alejandro Rossi en las solapas o en las contraportadas de sus libros, y jamás pensé que estuviera tan viejo. Ahora lo confirmo: nació en 1932, y eso lo convierte en el más auténtico escritor mexicano de lo que se conoce como Generación del 32 (es el único de todos ellos nacido ese año), una generación cuyos miembros se propusieron escribir libros raros, libros que no pudieran encasillarse en un género específico. Y lo hicieron. De ahí salieron El arte de la fuga, de Sergio Pitol; Farabeuf o la crónica de un instante, de Salvador Elizondo; o el que ya mencioné del propio Alejandro Rossi: Manual del distraído. Así que ahí estaba yo, en Caixa Forum, llegando tarde a una videoconferencia con Alejandro Rossi de la cual no tenía conocimiento, pero todavía temprano para el diálogo que Enrique Vila-Matas sostendría cuarenta y cinco minutos después con Mario Bellatin acerca de la ficción. De eso les hablaré más tarde.
Y no sólo surgieron libros disímiles a cualquier otros, incluyendo los mismísimos escritos durante el Boom (salve Cortazar y Borges, que claro están allí por generacionales y accidente).Los de la generación de Pitol, no sólo difieren en el tratamiento, sino en la construcción, de allí que por ejemplo veamos el parentesco o lo entroncado entre Pitol y Matas ( el oscuro hermano gemelo, del otro continente)y la referencia que los dos hacen sobre Auster (otro idioma). De hecho, en la literatura mexicana surgieron, debido a esa literatura dificil de situar en uná sola casilla, autores como fernado del Paso, Gustavo Sainz e incluso Agustín Lara que aunque no hayan transcendido mucho ( acá por lo menos, porque allá el movimiento de la onda, pegó), uno percibe en ellos una búsqueda de nueva literatura, de nuevo discurso (véase Volpi), lo mismo podría pasar allá en el "Sur" donde Aira, piglia, Lamborghini, Pauls, surgen y diseminan ya, un nuevo canon de literatura hispanoamericana.
ResponderEliminarKalki Martínez
Le iba siguiendo la onda a Kalky, pero de repente su comentario derivó en bolero. Definitivamente erró, porque Agustín Lara, aunque haya sido compositor de canciones y no de libros, sí que pegó en Honduras. Que me diga alguien que no le suena "María bonita" y "Solamente una vez"… Quien no pegó casi nada fue José Agustín, porque ya sabemos que a Honduras la onda siempre nos llega tarde. Seguro Kalky andaba en otra onda y se confundió.
ResponderEliminarEse Kaki me recuerda a Ignatius Reilly.
ResponderEliminarjajaja, ese Geovanni trastocó el texto, que hijo de puta, pero bueno a chupar con jose Agustín, digo con Agustín Lara; que cagada, !viva Mexico!...hijos de puta. jajajajaja
ResponderEliminarkalki Martínez.
!ah, puta! ya Mancuso leyó a John Kennedy Toole, bien por él, pero sin duda me ha de confundir, ese Ignatius de "La conjura de los necios", es muy moral, y yo carezco de eso, pero bueno reléalo y se dará cuenta de su mala lectura. Mi buen amigo, alguien una vez publico en Espéculo (una revista seria) la confesión de haberse paseado por rayuela como un tropel,lo bueno que el confeso, mejoró y muchísimo. Sin duda usted debera a crear analogias justificadas; si lo dice por la obra inédita de Reilly... bueno uno debe ser prudente con lo que escribe. pijazo para mi por lo de Lara, pijazo para usted por lo de Ignatius. jajaja, arriba la literatura. (Lo invito a que me invite, a beber claro)Kalki Martínez.
ResponderEliminarputa, ya parece que están llenando un test tipo completación... Kalki, no se te quita lo cortés a vos... saludos
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