domingo, 2 de diciembre de 2007

Juan Gelman: Cervantes 2007

Sin duda, premios como el Cervantes de Literatura traen a primera fila a escritores que de repente son poco conocidos. El considerado máximo galardón de las letras españolas ha recaído este 2007 en Juan Gelman, poeta argentino que hace de la palabra un arma de angustia, dolor, amor y humor. El Cervantes es una excusa válida para espiar su obra, de la que, en su edición 25, mimalapalabra publica una pequeña muestra.

Arte poética
Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,/ como un amo implacable/ me obliga a trabajar de día, de noche,/ con dolor, con amor,/ bajo la lluvia, en la catástrofe,/ cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,/ cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,/ las lágrimas, los pañuelos saludadores,/ las promesas en medio del otoño o del fuego,/ los besos del encuentro, los besos del adiós,/ todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,/ rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
XVI
No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, /no a la fuerza./ La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida./ Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y nadie nos corta la memoria, la lengua, las calores./ Tenemos que aprender a vivir como el clavel del aire, /propiamente del aire./ Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo,/ nos separan dos mares/ y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.
Una mujer y un hombre
Una mujer y un hombre llevados por la vida,/ una mujer y un hombre cara a cara/ habitan en la noche, desbordan por sus manos,/ se oyen subir libres en la sombra,/ sus cabezas descansan en una bella infancia/ que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,/ una mujer y un hombre atados por sus labios/ llenan la noche lenta con toda su memoria,/ una mujer y un hombre más bellos en el otro/ ocupan su lugar en la tierra.
Opinión
Los poemas escritos en estado de frialdad tienen una ventaja: están escritos en estado de frialdad. El odio del vecino no entra ahí, ni el vecino atado a su odio y se puede alabar las bellezas del paisaje. Alabar es una palabra rara, lleva del ala al bar donde el estaño está mudo. Los poemas sin sangre tienen una ventaja: no tienen sangre, ni sacudones mortales o inmortales, ni la imperfección, la suciedad de todos. Eso cae y nada perturba a la tierra. A los poetas que practican esa visión y sin duda escriben hermosos poemas, habría que levantarles una estatua ciega que no se vea. Es bello su no estar. Todo está bien afuera de todo lo que está mal, intocado y lejos de la escritura, lejos, en un canto bajito.
Nota I
te nombraré veces y veces./ me acostaré con vos noche y día./ noches y días con vos./ me ensuciaré cogiendo con tu sombra./ te mostraré mi rabioso corazón./ te pisaré loco de furia./ te mataré los pedacitos./ te mataré uno con paco./ otro lo mato con rodolfo./ con haroldo te mato un pedacito más./ te mataré con mi hijo en la mano./ voy a venir con diana y te mataré./ voy a venir con jote y te mataré./ te voy a matar, derrota./ nunca me faltará un rostro amado para/ matarte otra vez./ vivo o muerto/ un rostro amado./ hasta que mueras/ dolida como estás/
ya lo sé./ te voy a matar/
yo/ te voy a matar.
  • Gelman responde
–¿Qué dirían los muchachos de Villa Crespo al enterarse de que "el pibe Taquito" es premio Cervantes?
Cuando era joven, les tuve que ocultar bastante tiempo que era poeta. En el barrio si no fumabas, eras maricón, y si escribías poesía, eras raro.
–¿Los premios le dan mayor confianza en la palabra, en la poesía?
–Mi confianza en la poesía es independiente de los premios, que son un estímulo y un reconocimiento, sin duda, pero que no sirven para escribir el poema, que es puro trabajo.
–Aunque hay zonas de mucho humor y ternura, como en "Los poemas de Sidney West", se suele definir su poesía como política. ¿Cómo se lleva con esta etiqueta?
Es lo que pasa con todas las etiquetas, ¿no? Etiquetan un producto y después hay que mirar para ver de qué se trata. No todo lo que sucede en el mundo me despierta la necesidad de escribir un poema. Como ciudadano, tengo compromisos y responsabilidades que no tienen que estar necesariamente en la poesía. La ideología de alguien forma parte de su subjetividad, pero no es toda su subjetividad. No me afecta ni en un sentido ni en otro que digan que mi poesía es política. Lo que me importa es mi trabajo como poeta, no me preocupa lo que digan los demás, tienen todo el derecho a opinar, pero francamente lo único que influye es la lectura de la poesía, y el trabajo de escribirla.
  • *La entrega del premio será el 23 de abril de 2008. Juan Gelman nació en Argentina el 3 de mayo de 1930. Reside en México.

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