domingo, 9 de noviembre de 2008

Calendario Negro

Por Gustavo Campos

Con la aparición de La voz convocada (1961), nombre que toma la antología de un grupo poético, Nelson Merren (La Ceiba, 10 de diciembre de 1931-New York, 24 de mayo de 2007) da a conocer algunos de los poemas que después incluiría en Calendario negro (1968).

En Antología de la Poesía Latinoamericana 1950- 1970 (1974), elaborada por Ştefan Baciu (Rumania, 1918-1993), conocido por sus estudios y antologías sobre la literatura surrealista latinoamericana, quien tuvo por profesor a Emil Cioran y que además sostuvo amistad con Octavio Paz, aparece Nelson Merren, de quien dice: “su voz se caracteriza por una inquietud humana y por su tono social auténtico, al cual el poeta nunca trata de darle un tono militante. Es posiblemente por esta razón que sus poemas son más representativos para su generación que aquéllos de los poetas sociales.”

Retomo el juicio de Baciu sobre lo representativo de sus poemas, y agrego que no sólo para su generación sino también para las actuales, quizás debido a que “es uno de los primeros poetas hondureños en los que se incorpora el pastiche. La práctica de la intertextualidad con intención sarcásticamente demoledora.” (La palabra iluminada, Helen Umaña).

Rememoro la antología Nueve novísimos poetas españoles (1970), en donde aparecen Leopoldo María Panero, Gimferrer, Ana María Moix, para mencionar algunos nombres, y que mostraba la existencia de un nuevo tipo de poesía cuya tentativa era, según Castellet, la de oponerse –o ignorar- a la poesía anterior. Había en ellos absoluta libertad formal, escritura automática, influencia de los medios de comunicación de masas y del cine (este aspecto me recuerda algunos poemas de El Jonás (1980), de Cardona Bulnes, como ser los que se refieren a Clark Kent, entre otros), para situar un poco la visión de las nuevas tendencias poéticas cosmopolitas y culturalistas que regeneraría el ambiente literario. En este sentido, pienso en la poesía de Merren y en su segundo poemario Color de exilio (1970), en donde se percibe que su visión coincide con la renovación poética de otros países. “Borrador para epitafio”, “Diálogo en el Bronx”, “La filiación” y los Dibujos de Mario Losansky sobre los campos de concentración nazis, en Color de Exilio, y “Mundo de cubos”, “Sabor a sombra”, entre otros, en Calendario negro.

Creo que el hecho de que Merren viviera en Estados Unidos lo acercó a la poesía beat. Él mismo cuenta en cartas su asistencia a lecturas de poesía en ese país. También Parra habrá influido en su obra.

Siempre que he leído a Nelson Merren su autenticidad me ha impresionado. Jamás se impostó, escribió lo que a él le parecía que debía escribir. A pesar de algún tono social encontrado en sus libros, como apunta Baciu, sus poemas no son escritos “para” sino “por” un alma atribulada con una gran destreza y fuerza poética. No intentaba lo que otros hacían en ese tiempo, no se encuentra esa impostura ética de auto nombrarse el gran poeta de los desposeídos y pobres. Al igual que José Luis Quesada han trazado nuevos caminos que seguir. Los jóvenes escritores sintonizan con ellos.

Una vez le pregunté a un poeta nacional, contemporáneo de Merren, qué opinaba de él, me dijo que ahora que lo relee entiende por qué las nuevas generaciones centraban sus ojos más en este escritor, por un largo tiempo olvidado, que en los poetas militantes de turno. Él también sintonizó con su escritura.

Cuando a Alejandra Pizarnik le preguntaron qué opinaba de la poesía política, ella respondió: “Es una mala política escribir poemas políticos”.

Iconoclasia, desacralización y un lenguaje irreverente (Helen Umaña), humor absurdo y renovación poética, son algunos aspectos que definen su obra.

Premios: En 1969 obtuvo el Primer Premio Juan Ramón Molina de Poesía de la Escuela Superior del Profesorado Francisco Morazán con el libro Color de Exilio.

“Torre trunca” publica dos de sus poemas :

Sabor a sombra

He tomado parte en sesudas discusiones

sobre si la poesía política

tiene derecho a llamarse poesía

y comido ancas de rana y horrorosos percebes

y panes con miel y toras ácimas

y visto salir el sol y recordar en ese instante

que los poetas lo han llamado el ojo del día

y dorado emperador

y leído deliciosas y cretinas novelas pornográficas

y dramas en que la virtud es recompensada

y me he aburrido de tanto día soleado

y añorado los de lluvia

y tenido diez días seguidos de lluvia

y añorado los soleados

y he hecho cosas indecentes en ciertos parques

y visto caer la noche y tratado de crear una frase nueva

y viajado en auto y en ferrocarril

y comido duraznos y humildes bananos

y dicho: en cuantos lea todo lo del socialismo

podré morirme en paz

y olvidado de todo con unos vasos de vino

y bañado desnudo en los ríos como un polinesio

y dicho: en cuanto vea todas las películas

de esa famosa actriz podré morirme en paz

y viajado en distintos tipos de aviones

y dicho: ¡la inventiva del hombre blanco!

y he quebrado espejos grandes

y tratado de olvidarme de los días amargos

y dicho: en cuanto pruebe todos los cocteles

podré morirme en paz

y sostenido sin creerlo que los hombres fuertes

tienen poco seso

y lavado mi cuerpo con jabón perfumado

y pisado inmundicias en callejones oscuros

y comprobado que en China el blanco es color de luto

y echado de mi cabeza a escobazos los días amargos

y extasiado con los nombres de las estrellas

altair vega sirio benatsnach zubeneschamali

y dicho: ¡qué vida tan rica la mía!

y sonreído de niños descalzos y de vientre hinchado

que se llaman César Augusto

y visto que soy prácticamente igual a los chinos

y a los negros

y escrito con plumas de ganso

solo por curiosidad

y examinado mi espalda y aun más abajo

en un gran espejo

y examinado mis ojos en un espejo

y visto algo en ellos infinitamente doloroso

y recordado toda mi vida

y visto que no hay nada como el éxtasis negro

de la muerte

y sentado en parques, bajo el viento helado

esperando que llegue

y deseado siempre, con cada latido de mi corazón

la paz que no termina.

La filiación

-¿Ojos?

-Negro pálido. -¿Domicilio?

-Un poco al Sur de allá

según se llega por la curva.

La flecha del rótulo caído indica el lugar.

-Profesión…

-Especulo con acciones color de jabón aunque espero

que el Gran Resorte supla cierto porcentaje de los

ganchos rotundos pero créanme, fisípedos, pero bueno,

Uds. Comprenden que Afganistán es contagioso y nunca

se sabe…

-¿Raza?

-Yo no contesto preguntas de carácter tan privado.

Sólo diré que aniquilo moscas y otros mamíferos infrascritos.

-Nacionalidad…

-Véase respuesta número Hmm.

Oh no, no es molestia. Cuenten siempre con mi romboide

cooperación.

(Espero haber contestado bien, pues me esforcé en usar

el lenguaje de todos… ¡Ahora a casa, en la calle Próspero

D. Magogo!

(Foto de Koudelka)