Nunca este logo había sido tan adecuado.
Cuando Samuel Trigueros aparece, lo hace casi fantasmalmente, de manera que uno no sabe si realmente es él o su alma en pena la que anda por ahí, porque además lo que dice, lo dice con una mueca irónica que en lugar de certezas instala dudas en sus receptores. Trigueros siempre me había parecido un costante ejercicio de confundir realidad y ficción. Pero hoy apareció ya no como fantasma sino casi como el Chapulín Colorado diciendo: "Lo sospeché desde un principio", manifestándose por fin, con voluntad propia, con valor, con decisión, a favor de una causa y en contra de otra. Dice Trigueros:
Lo primero es decir que aunque parecen sinceras y necesarias las “actividades” de Paíspoesible, existen (y han existido en muchas de ellas) ciertas incoherencias de fondo y manejos oscuros o, al menos, no lo suficientemente transparentes, que avalen la honestidad intelectual y la ética de este colectivo y sus miembros.
Primer sopapo público a aquellos con los que anduvo jugando a poeta solidario hace algunos años. Después menciona a otros que, como él, son ahora disidentes:
Como muchos saben, poetas como Mayra Oyuela, Roberto Becerra, Fabricio Estrada y Délmer López; músicos como Pavel Núñez; investigadores como Edgardo Cáceres, y otros más, nos vimos obligados a salir de Paíspoesible por varias circunstancias atentatorias a la inteligencia, la dignidad y, sobre todo, que traicionaban los principios que dieron origen al colectivo y que acontecieron durante los años de dictadura organizacional impuesta por Salvador Madrid.
Esto de atentar a la inteligencia no es nuevo entre los impoesibles; la inteligencia no es algo que los ha caracterizado en todos estos años de "diletantismo barato", como lo llama Trigueros, pero la lista de nombrecitos sí que me resulta novedosa y hasta refrescante; lo malo es que a los otros parece que les diera miedo decir algo en contra de lo que ahora creen. Buena por Trigueros que, ahora sí, se dio color. Es que esto de que lo vinculen a uno con "causas" como la de Paíspoesible es realmente desagradable. Una vez Fabricio Estrada me puso en una lista de sus impoesibles y fue tan feo que tuve que replicarle; y es lo que deberían hacer ahora todos los que, como Samuel Trigueros, consideran todo este asunto poesible una "ofensa a la inteligencia y a la dignidad". El texto éste de Trigueros que ahora comento es oportuno, no sólo para crear el debate en torno al tema sino también para ver si, como dice Trigueros, los impoesibles "conocen que existen derechos morales que protegen la autoría parcial o total de una obra; y que invocar la Ley de derechos de autor puede significar impedir o suspender la impresión, publicación y/o difusión de las obras que violan esa ley". También podremos saber si los honorarios por concepto de diagramación ofrecidos a Trigueros eran dos mil o tres mil lempiras. Siga pendiente; el culebrón no acaba aquí.
Me parece banal que el editor de mimalapalabra "gaste pólvora en zope." A Verlaine, le despreocupó el diletantismo de su época y solo antologó a los poetas malditos.
ResponderEliminarSí, a mí también.
ResponderEliminarjajajajaja
ResponderEliminarTodo pertenece al absurdo!
Saludes.
k.