sábado, 20 de junio de 2009

16-IX

Pintura de José Ángel Acosta León

16-IX

Pues bien, en aquel tiempo, una vez,

y de esto hace bastante,

iba en un carruaje. Oscuro.

De qué color, no sé, tal vez de arena,

de insomnio, de camino. No sabía

quién era, ni lo suponía.

Únicos viajeros nos confiábamos

al cochero invisible. Chirriaban

las ruedas sobre la nieve,

y en la oscurana de agua al fin se vio

que lo estampado era la carne

viva de tatuajes.

Edilberto Cardona Bulnes, Jonás, fin del mundo o líneas en una botella (1980)