Edward Hopper. Room in New York.
Personajes:
Mujer
Mujer: Esa gente es capaz de vivir junta. Días y noches y años.
Cinco años pasan. ¿Cómo lo hacen? Diez, once, doce años. Dos personas
haciendo una vida. Compartiendo diez mil alimentos. Hablándose el uno al
otro cara a cara, de frente, como sánduches calientes. Todas las
palabras que inundan la casa. ¿Qué se dice la gente durante la vida?
Atrapados en la sintaxis del otro. La misma voz. La monótona repetición
tonal. Te voy a decir algo.
Mujer: Allá existe un enigma. La gente detrás de las paredes de la
casa marrón de al lado. ¿Qué dicen ellos y cómo sobreviven? Todo ese
diálogo frívolo. La nasalidad. La banalidad. Estuve pensando en qué
extraño es. ¿Cómo hacen ellos eso, noche tras noche, todas esas noches,
esas palabras, eso poco que hacen y sobreviven?
Mujer: Pero tarde o temprano tienen que hablar. Eso es lo que
destroza el mundo. Y no quiero decir que está gradualmente destrozándose
por sentarse y escuchar sin ton ni son a la misma persona todo el
tiempo. Palabras que se esparcen lejos. Las pausas. Las oraciones.
¿Cuántas miles de veces puedes mirar la misma cara escurrida y ver la
boca empezando a abrirse? Todo está siendo primoroso hasta ahora. Es
cuando ellos abren sus bocas. Es cuando ellos hablan.
Tomado de elmalpensante.com
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