Jane y Paul Bowles.
De Paul Bowles he leído una novela y poco más pero de Jane, nada aún. Vi el otro día en la librería una edición de Anagrama en pasta dura con algunas obras de ella. Creo que esa edición y este artículo de la revista Arcadia son nuestra oportunidad de empezar a conocerla:
En 1947, Paul y Jane Bowles viajaron de Nueva York a Tánger, una
ciudad al norte de Marruecos que, para la época, era colonia española.
La mítica pareja de escritores se había casado en 1938 y desde entonces
Jane cambió su apellido paterno, Auer, por el Bowles de su esposo. La
partida a Marruecos, en la convulsionada mitad del siglo XX, materializó
la búsqueda de los Bowles por nuevas aventuras, su atracción por el
exotismo de tierras africanas y las ganas de experimentar un continente
desconocido. La novela con tintes autobiográficos El cielo
protector, así como varios relatos, poemas y artículos para
revistas y periódicos, le valieron a Paul una fama que, aunque
insuficiente para su talento, fue más justa que la de Jane, que ha
pasado prácticamente inadvertida por el panorama de las letras
mundiales.
Jane Bowles, a quien Truman Capote llamó “una leyenda moderna”, nació
en Nueva York en 1917. Con apenas 20 años, paseaba su talento narrativo
por Greenwich Village y, a la par, tenía sus primeros acercamientos a
la bisexualidad. Su esposo, Paul, había nacido también en Nueva York, en
1910, donde vivió una tormentosa juventud con sus padres hasta que huyó
a París. Allí conoció a los escritores de la Generación perdida –la
legendaria Gertrude Stein se interesó por sus poemas– y la Generación
Beat, viajó a Inglaterra, a Centroamérica y, finalmente, a África.
En 1943, a cinco años de haberse casado, Jane escribió Dos damas
muy serias, una novela incendiaria, atípica e injustamente
relegada. La editorial Anagrama acaba de publicarla junto con la
colección de relatos Placeres sencillos y un alentador prólogo
de Capote.
La vida de los Bowles en Marruecos se salió de cualquier tipo de
ordinariez, tanto que en 1991, el director Bernardo Bertolucci la llevó
al cine en su película sobre El cielo protector. Jane, por
ejemplo, mantuvo una relación sentimental con una mujer marroquí.
Aficionada al alcohol y con serios problemas de salud mental –sufrió un
derrame cerebral en 1957– murió en Málaga en 1973. Paul, quien además de
escritor, fue músico y compositor de varias obras, murió en Tánger en
1999. Este año se celebra el centenario de su nacimiento.
Los Bowles, al parecer, por fin obtienen un merecido reconocimiento.
Además de la mencionada edición de Anagrama, la editorial Alfaguara
prepara la reedición de varias novelas y relatos de Paul. Al tiempo, la
ciudad española de Málaga, realizará del 5 al 8 de abril, distintas
actividades en torno a la pareja, como la inauguración de una nueva (y
menos austera) tumba de Jane y la exposición de fotografía El mundo
de los Bowles del artista Alfredo Viñas.
Interesante apunte. Te enlazo.
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