Milan Kundera, último ganador del Premio Reino de Redonda.
La siguiente nota, tomada de El País, está llena de curiosidades. Primero está la de la existencia de un premio literario cuyo jurado es, probablemente, el mejor y más numeroso del mundo. Después, la historia de ese premio y algunas anécdotas de sus premiados, entre los que destacan J.M. Coetzee y el más reciente, Milan Kundera:
"Agradecido, honrado y divertido". Esas tres palabras usó Milan Kundera al enterarse de que se le había concedido el Premio Reino de Redonda, que este año alcanza la décima edición. El término clave es "divertido", porque el lema del "reino" es Ride si sapis (ríe si sabes) y porque el "rey" actual de ese islote antillano es Javier Marías. El autor de Tu rostro mañana cuenta que uno de los escollos que debe sortear cada año es el momento de explicarle al premiado "el asunto". Y "el asunto", reconoce su promotor, "es extravagante, un poco loco". A saber: en 1880, el escritor británico M. P. Shiel fue coronado rey de una isla caribeña de un kilómetro y medio de largo por un kilómetro de ancho comprada años antes por su padre. Poblada exclusivamente por alcatraces, la isla se convirtió en la base real de un reino imaginario que terminó bajo la "protección" de Marías en 1997 después de que "abdicara" en él el británico Jon Wynne-Tyson, que se había inventado una particular nobleza literaria de la que formaron parte Henry Miller, Lawrence Durrell y Dylan Thomas.
El novelista español dice "con comillas" cada vez que pronuncia rey, duque o abdicar. Sabe que se arriesga a que lo tomen por chiflado, pero asume el riesgo recordando que en el mundo literario "sobra solemnidad". Javier Marías lanzó en 2000 la editorial Reino de Redonda y un año más tarde, el premio homónimo, que en su primera convocatoria recayó en J. M. Coetzee, adelantándose al Nobel de literatura que recibiría en 2003. El huidizo escritor surafricano elogió el lado "quijotesco" del galardón y se convirtió en la cabeza de un palmarés de "duques" formado por John Elliott, Claudio Magris, Eric Rohmer, Alice Munro, Ray Bradbury, George Steiner, Umberto Eco, Marc Fumaroli y, ahora, Kundera.
Coetzee, además, se convirtió en el miembro más fiel de un jurado del que este año formaron parte, premiados aparte, escritores y cineastas como Pedro Almodóvar, Lobo Antunes, John Ashbery, Eduardo Mendoza, Pérez-Reverte y Vargas Llosa. Este año se sumó también Orhan Pamuk, pero falló Francis Ford Coppola, habitual desde que escribiera a Marías para convencerlo de que publicara dos cuentos en Zoetrope: All Story, la revista del director de El padrino.
Sólo un escritor declinó formar parte del jurado, W. G. Sebald. "No leo autores contemporáneos" fue su respuesta. "No acepto premios" fue la de John Le Carré cuando rechazó el galardón. Pese a que son los únicos accidentes del camino, el autor de Todas las almas está pensando en dejar de convocar el premio. ¿Los motivos? "Por un lado, el poco eco que tiene pese a contar con el mejor jurado del mundo. Por otro, la crisis. Llegó a estar dotado con 6.500 euros y he tenido que bajar a 3.000. En un año veremos".
Marías dice "he tenido" porque el dinero sale de su bolsillo aunque él no forma parte del jurado. Eso sí, le molestaría que lo ganara Lars von Trier. ¿Y quién le hubiera gustado que sí? Vale un muerto: "Thomas Bernhard. Como escribió en Mis premios que los aceptaba por el dinero seguro que habría dicho que sí".
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