"Algunas alumnas, sobre todo las que tenían pelo lacio y pecas en la cara, aseguraban que en el mundo existía una cosa que respondía al nombre de escritura femenina y, con donaire, con inigualable desdén, citaban trabajos de filósofas francesas cuyos apellidos pronunciaban sin asomo alguno de acento. Los alumnos usualmente argumentaban que eso no era más que o frustración personal de escritoras frígidas o espurias presiones de mercado y, de paso, defendían una literatura, como la llamaban ellos, sin adjetivos".
La muerte me da. Cristina Rivera Garza.
“Sin duda pienso que alguna diferencia hay, no mucha, entre la sensualidad masculina y la femenina, una diferencia que todo en nuestra cultura contribuye a incrementar. Quizás haya una diferencia de raíz ligada a las distintas fisiologías y los distintos órganos sexuales. Pero no creo que exista una escritura femenina o masculina
Si las mujeres han sido condicionadas para pensar que deberían transcribir sus sentimientos, que el intelecto es masculino, que pensar es una cosa brutal y agresiva, entonces por supuesto que escribirán otro tipo de poemas, de prosa o de lo que sea. Pero no veo la razón por la cual una mujer no pueda escribir cualquier cosa que escriba un hombre y viceversa”.
Susan Sontag en una entrevista que Jonathan Cott le hiciera para la revista Rolling Stone, citada ahora por Ignacio Echevarría en El Cultural.
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