Ha pasado mucho tiempo desde la última vez, y lo único nuevo en este blog durante este silencio son los comentarios dejados por algunos lectores sobre los diversos textos que aquí aparecen. Debo ahora hacer una pausa y hablarles acerca de un pequeño acontecimiento que he encontrado interesante y que de alguna manera contribuye al crecimiento de este espacio. Resulta que esos comentarios que mencioné -la mayoría de ellos escritos con demasiado entusiasmo y ligereza, y con poco rigor- (de hecho, fue ese el motivo por el que rechazara la publicación de varios) al parecer se originan por la buena intención de un profesor cuyo nombre desconozco de una universidad de San Pedro Sula, quien les ha encomendado a sus estudiantes entrar a este blog, leer los textos publicados y finalmente dejar sus comentarios. Curioso acontecimiento, ¿no creen? Bueno pues, eso significa que el blog está llegando a más gente.
Otro pequeño pero significativo acontecimiento (me gusta echarme estas frasecitas trilladas de vez en cuando) es la publicación, ¡por fin!, el pasado domingo tres de junio de 2007 (apunten la fecha) de dos páginas dedicadas a la literatura en diario La Prensa, algo que hacía falta desde hace mucho tiempo en este importante periódico nacional.
No viene mal un poquito de historia acerca de esta publicación. A principios de noviembre de 2006 Carlos Rodríguez, periodista cultural de La Prensa, había obtenido el visto bueno de sus jefes para que se publicara en el diario, dentro de su Revista Dominical, una sección de literatura. Carlos me comunicó la buena noticia y me dispuse a colaborar con él. Así es como, con la ayuda de uno de los diseñadores del diario, armamos el primer número de la sección, a la que bautizamos "mimalapalabra". Desafortunadamente las trabas surgieron antes de esa primera publicación y el proyecto quedó en el aire. Ese primer número de "mimalapalabra" listo desde noviembre es el que apareció el domingo tres de junio. Tuvo que pasar más de medio año y tuvo que aceptar Carlos, actual responsable de la sección, suprimir el nombre "mimalapalabra" para que por fin viera la luz esta vieja iniciativa.
Supongo que lo de suprimir el nombre de la sección responde al temor de las autoridades de la redacción de La Prensa de que la misma no llene las expectativas de nadie y deba ser abolida en cualquier momento, por ejemplo el momento en que surja la necesidad de aumentar en dos páginas la información sobre reggueatón (¿se escribe así esa papada?). Claro, será más fácil eliminar dos páginas emergentes y sin nombre propio que dos páginas que constituyan una sección específica dentro del diario. Pero así es la vida. Por ahora sólo nos resta esbozar una sonrisa de alegría contenida y esperar que esas dos esperadas páginas se mantengan durante mucho tiempo.
Hasta aquí las noticias. Esperen más durante los próximos días.
Hansy...
ResponderEliminarFinalmente se dio la oportunidad de publicar secciones como esta, y tener como objetivo que el lector lea nuevos articulos, diferentes a los acostumbrados; generando habitos de lectura o mas bien de conocimientos sobre literatura, pero podria ser un metodo para educar a la gente a leer cosas con sentido y no lo impuesto por la sociedad.