Por Giovanni Rodríguez
Hartos de las pobres y malas palabras, pero sin perder el hábito de la carcajada. La palabra mimada o la mala palabra, ustedes deciden.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Suposiciones
El general Pilatos
Pablo Ordaz, el periodista enviado por diario El País para cubrir los acontecimientos políticos en H, publica hoy una nota brevísima que bien podríamos considerar como otra pieza para nuestro I Premio de Relato Corto mimalapalabra 2009. Lo dejamos aquí al menos para seguir amenizando el premio:
domingo, 27 de septiembre de 2009
ABC y El País, dos maneras de apoyar el golpe en Honduras
Javier Adler
Rebelión
Habitualmente se etiqueta al diario ABC de conservador y a El País de progresista. En la forma esto supone unas diferencias sensibles, pero el fondo, sobre todo en política internacional, es esencialmente el mismo. El caso de Honduras ilustra a la perfección esta coincidencia de intereses.
Antes de comparar los últimos editoriales que ambos periódicos han publicado sobre el tema (23/09/09), conviene dejar claro un principio sobre lo que significa apoyar un golpe de estado. Esto no es únicamente la declaración explícita de tal apoyo, cosa muy rara en nuestros “democráticos” medios de comunicación, sino fundamentalmente la renuncia a revertir el golpe por algún medio factible. De este modo, cualquier pseudoiniciativa para devolver el poder al gobierno legítimo que pase por una “hoja de ruta” imposible supone, a todos los efectos, el apoyo al gobierno golpista. En este punto es donde encontraremos las mayores diferencias, insisto en que sólo de estilo, entre ABC y El País.
Sobre la llamada “solución dialogada” en Honduras lo primero que debe decirse es que es absurda, y por tanto no puede ser solución. En efecto, si las diferencias entre las dos partes podían resolverse con un diálogo libre y sin coacciones, no se habría recurrido a una medida de fuerza como el golpe de estado. Y si el diálogo sólo funciona tras amenazas y presiones entonces no es una solución dialogada sino una capitulación. El problema es que las presiones de los países más poderosos, en especial Estados Unidos, han sido tan calculadamente tibias que el gobierno golpista se ha sentido suficientemente fuerte como para aguantar hasta la farsa electoral de noviembre.
En el editorial del ABC estos hechos se interpretan diciendo que “cualquier solución dialogada al conflicto interno es una quimera”, así que “la cita electoral convocada el 29 de noviembre” es la “única salida airosa y pragmática”.
En cambio, El País declara que “ha llegado el momento de volver a una versión revisada del plan del presidente de Costa Rica”, que “contemplaba en julio que el jefe de Estado depuesto regresara a la presidencia con poderes reducidos”. Finalmente añade El País que “unas elecciones presidenciales adelantadas sentenciarían la situación.”
Por tanto, la única diferencia real es que El País apoya una pantomima en la que Zelaya volvería formalmente al poder pero sin poder hacer nada, esperando unas semanas hasta la “sentencia” electoral. En ambos casos se apoya el objetivo principal del golpe, que era impedir la consulta popular para cambiar la Constitución, algo que un presidente con “poderes reducidos” no podría hacer.
A partir de aquí, el apoyo descarado de ABC a los golpistas debe legitimarse más fuertemente con su propio discurso. Lo primero es no reconocer que hubo un golpe de estado, presentando a Micheletti como “acusado de impulsar un golpe de Estado”, como si fuera un tema controvertido. Lo segundo es dotar a los golpistas de legitimidad, señalando que Micheletti está “respaldado de las instituciones”. Además,
“Ninguna institución democrática del país -las mismas que Zelaya había utilizado para preparar el terreno y perpetuarse en el poder importando a Honduras los abusos cometidos en Venezuela, Bolivia o Nicaragua- se rebeló contra su expulsión y ninguna ha exigido su retorno”.
Siguiendo la habitual propaganda sobre este tema, se defiende a unas instituciones “democráticas” que expulsaron violentamente a Zelaya del país para supuestamente evitar que se convirtiera en un dictador. Es una inversión total de la realidad que sólo puede tener sentido para quien acepte acríticamente las informaciones falsas que difunden estos medios (1)
La táctica de El País es algo distinta, presentando la situación reciente en Honduras como de una plácida vuelta a la “normalidad” al calor del gobierno golpista, que ahora Zelaya ha complicado,
“La inesperada reaparición en Tegucigalpa del depuesto presidente de Honduras, tras casi tres meses de exilio, ha sacado bruscamente de su adormecimiento la crisis política del país centroamericano.”
“Crisis adormecida” es una contradicción en sus términos, pues una crisis política implica tensión; si hay adormecimiento, no hay crisis sino la aceptación resignada de los hechos consumados. Lo que realmente ocurre es que sí ha habido adormecimiento, pero sólo mediático y para los adormecidos lectores de El País, porque la resistencia hondureña no ha dejado de actuar a lo largo de los casi tres meses transcurridos desde el golpe de estado (2). Ahora, con su cinismo habitual, El País asegura que “nada hay más importante ahora en Honduras que evitar el derramamiento de sangre”, como si los golpistas fueran unos angelitos de la caridad y no hubieran matado, torturado, reprimido y detenido a mansalva. (3)
Este falso discurso pacifista, tan hipócrita y selectivo, revela además el ideario antidemocrático de esta prensa,
“Si el golpe de Estado de junio fue absolutamente condenable, igualmente lo sería intentar darle la vuelta mediante la violencia. La dividida Honduras no tiene en estos momentos otra salida mejor que una mediación cualificada, preferentemente regional.”
Resumiendo, para El País el pueblo hondureño no tiene derecho a decidir cómo encarar su situación, no está “cualificado” para hacerlo. Por supuesto que no es cuestión de promover, desde fuera de Honduras, una acción violenta para echar a los golpistas, pero sí de reconocer la legitimidad de los hondureños para combatir la dictadura como crean conveniente. Porque los medios ignoran la violencia que implica el mantenimiento de la actual dictadura e ignoran la violencia que perpetúa un sistema donde la mayoría de la población está condenada a vivir en la miseria. Y lo que se ignora no se puede condenar.
Fuente: rebelión.org
De tripas, corazón. Armando García
por Armando García
Pese a su torpeza sostenible, el régimen de facto logró lo que el pueblo organizado siempre había soñado desde aquella gesta de 1954: ¡un paro general! Al decretar ese estado de sitio demencial, los golpistas han hecho que se cumpla el grito de la canción de Mario de Mezapa: ¡huelga nacional!
Pese a la chaladura de su asonada, al fin, usurpadores, se dieron cuenta que su absurda medida de aherrojar a un pueblo a la inmovilidad, a la hambruna y a la supresión de los servicios básicos, era darse “patrióticamente” con la piedra en los dientes, un búmeran de pérdidas millonarias, sobre todo en las empresas patrocinadoras del motín.
Pero “agora” ya es tarde querida hermanita: ahí andan sus agoreros hablando en lenguas, asustados, después de haber matado el tigre…, no le ha quedado de otra al dictadorzuelo y sus corifeos, que el espanto de negociar impunidad.
De carambola, en su terquedad de mula roma, han impulsado a los catrachos a instalar –sin trampa que valga– aquel proceso que tanto odian y por el cual rompieron el hilo constitucional: ¡La Constituyente!
Esa metida de pata de los complotistas, le ha permitido a este remiso pueblo perderles el respeto. Pruebas: teniendo de telón de fondo la gaseada Embajada de Brasil, con vaquero en off: un vocero de la “preventiva”, con rostro de yo no fui, hizo un recuento de los desmadres perpetrados por la resistencia, escondiendo, solapado, que los desastres era una obrada de sus pariguales infiltrados (se veía por la tele, en vivo, que ni se inmutaban, con pasamontaña, unos y a cara pelada, otros; moteados de preventivos o de gloriosos o en camisetas de civilón destruyendo al propiedad privada. Treta que se le pasó por alto a la mediática censura de los conjurados). Se les durmió el pájaro con esos videos sin editar y que, sin duda, serán prueba fehaciente ante la Corte Penal Internacional. Porque también aparecen despóticos uniformados vejando a la ciudadanía, inclusive, maltratando a niños de pecho, a señoras embarazadas, garroteando a hombres reducidos y descerrajando la muerte a jóvenes por el “delito” de gritarles golpistas. ¡Solitos se han puesto la soga al cuello!
La desazón de los conspiradores, sin percatarse, ha contribuido, más que nadie, a la unidad granítica de este pueblo que no volverá a ser jamás el mismo.
viernes, 25 de septiembre de 2009
Hace cien años que estamos jugando y perdiendo, con la misma carta, nuestro futuro.
Hace cien años que estamos yendo a la guerra para conquistar la misma cosa; hace cien años que estamos quemando en la misma hoguera nuestras riquezas; hace cien años que estamos jugando y perdiendo, con la misma carta, nuestro futuro. ¿No es tiempo ya de sentarse a meditar? ¿No es tiempo ya de llegar al convencimiento de que los atributos de la democracia, que hemos pretendido conquistar a sangre y fuego, no se conquistan en esa forma. ¿No es tiempo ya de convencernos de que estamos viviendo un estad social de barbarie? ¿No es tiempo ya de saber que barbarie y democracia son conceptos opuestos?
Todas nuestras revoluciones han fracasado, porque después de ellas se han repetido los mismos hechos; porque los que ayer fueron libertadores son hoy opresores; porque el derramamiento de sangre ha sido no más que un trampolín para saltar de la condición de hombre sin derechos a la condición de conculcador de derechos. Y no es que sea preciso horrorizarse ante los derramamientos de sangre. Torrentes se derramaron para emancipar América, pero la emancipación fue. Torrentes se volcaron entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos para liberar a los esclavos, pero la Liberación del Esclavo fue. Las grandes conquistas humanas se han sellado con sangre, pero al sellarlas, el capítulo está concluido, las conquistas están terminadas.
Nuestros cien años de revoluciones sangrientas para conquistar los atributos de la democracia deben ya convencernos que hay que buscar esos atributos por otros caminos y con otros procedimientos.
Arturo Martínez Galindo, "Breve análisis del momento político hondureño" (1938)
jueves, 24 de septiembre de 2009
De pastores, sacerdotes y camisas
lunes, 21 de septiembre de 2009
Vila-Matas sobre su nueva novela
Vicente Ferrer. Madrid
¿Cómo ve el mundo literario hoy en día?
Frente a frente, el escritor se ocupa de alimentar sus dos señas de identidad más reconocidas: la afición a citar autores y un sentido del humor jocosamente pesimista. Vila-Matas sonríe mientras habla del terror; le gusta ser teatral, jugar con su interlocutor, multiplicar las interpretaciones de cualquier sentencia. Es cauto, pero honesto; nervioso, pero contenido. Vive por y para la literatura.¿Cómo será la trama de 'Dublinesca'?
¿Qué novedades hay respecto a sus obras anteriores?
¿Cómo se siente al escribir después de tantos años?
sábado, 19 de septiembre de 2009
Llegaron los Malditos bastardos
¿Por qué ha tardado tanto tiempo en levantar Malditos bastardos?Empecé a escribir en 1998, justo después de Jackie Brown. Entonces ya estaban muchos de los personajes y los dos primeros capítulos de la película, pero era una historia diferente. La cosa empezó a crecer hasta que se hizo demasiado grande como para ser una película. Y pensé en hacer una miniserie. La gente me decía que tenía bloqueo creativo, y yo pensaba todo lo contrario: ¡No podía parar de escribir! Así que decidí dejarla aparte durante un tiempo y me metí de lleno en Kill Bill y Deathproof.¿Ha sido tan difícil que incluso ha tenido que variar el montaje final después de la proyección en Cannes?En realidad lo que pasó es que mi editora y yo nos dimos tanta prisa para que la película entrara a Cannes que no habíamos tenido oportunidad de repensar el montaje. La mostramos en Cannes, y, cinco días después, la enseñamos en Los Ángeles. Fue entonces cuando hicimos los cambios.Desde Kill Bill, la venganza se ha vuelto una constante en su filmografía, ¿Por qué?Hago historias de género y la venganza es crucial en este tipo de cine. Cada western tiene una historia de venganza, igual que cada filme de samurais. Está en su naturaleza. En el caso de Malditos bastardos la cosa es diferente, porque las películas bélicas no suelen ser historias de venganza. Pero creo que es lo que hace que la película pase de ser un filme de guerra a una historia más personal.¿Y por qué ha adoptado los códigos de un ‘western'?Creo que la película tiene una sensación de western en los dos primeros capítulos, pero luego da paso a una película de misión sesentera. Me gustaba la idea de hacer un filme de cowboys, donde se usara la iconografía de la II Guerra Mundial. Y no es sólo en el aspecto estético o musical, también los paisajes donde se desarrolla. Los spaghetti westerns suceden en lugares inhóspitos, donde la vida es muy barata y la gente muere fácilmente. Es difícil sobrevivir en un western. Todas estas cosas me parecen muy buenas descripciones de la Europa de la II Guerra Mundial.El cine siempre ha jugado un papel importante dentro de su filmografía, ¿En esta ocasión el homenaje es más directo?No lo sé, pero es la primera vez que el cine se convierte en una herramienta práctica para los personajes. Por ejemplo, para Shoshana (Mélanie Laurent) tiene sentido hablar de cine, puesto que trabaja en uno. Y también le pasa lo mismo al personaje de Frederick Zoller (Daniel Brühl), que es una estrella de cine, además de un héroe de guerra. Y también con Goebbels, al que uso, más que como el arquitecto del mal, como el jefe de los estudios de cine de la Alemania nazi. Goebbels no suele ser retratado así, aunque ese era su trabajo. El cine no es tan referencial, sino que está ahí. Tiene sentido.Usted se crió en los cines de barrio, ¿es un nostálgico?Sí, me siento nostálgico por la pérdida del cine. Pero también sé que las cosas cambian. Verás: he ido aprendiendo a medida que veía mucho cine y leía sobre películas. Desde luego, no las veré nunca en Internet, pero sí puedes estudiar mucho sobre cine navegando en la Red. Antes, siempre tenía que esperar que hubieran editado un libro para saber, por ejemplo, sobre cine de artes marciales. Ahora conozco varias páginas especializadas. De alguna manera, estos tiempos me permiten ir más allá en mis estudios de cine.¿Se considera un estudioso del cine?Me considero un erudito autodidacta. Lo veo así: estoy estudiando con una beca de cine de por vida, y el día en que me muera, será cuando me gradúe. Periódicamente, me fijo en un actor, un director o un género, y me dedico durante unas semanas a eso. La última ha sido Dorothy Arzner, la única mujer dirigiendo en el Hollywood de los años veinte y treinta. Había oído hablar de ella, y hace poco me compré un libro. He empezado a ver sus películas y cojo notas. Quizás me sirva para escribir algo, o no. Pero es conocimiento y es lo que me gusta. También lo he hecho con Sternberg. Durante la preproducción de Malditos Bastardos me compré un libro y empezó a ser una influencia.¿Cómo eligió a Brad Pitt?No nos conocíamos pero teníamos ganas de trabajar el uno con el otro. Esperábamos la oportunidad, y escribí este papel con él en la cabeza. Ahora siento que debería hacer una precuela o una secuela sólo para darle la oportunidad de interpretar al personaje otra vez.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Making off de la Historia abreviada
1. Si quieres, dejamos para tu regreso de vacaciones la página de Historia abreviada, ya que no sé todavía cómo enfocarla. Hay cientos de posibilidades. De momento, te mando una maleta. La he elegido como mi rosebud en la charla que me toca dar el 24 de octubre de este 2009 en París, dentro de una muestra dedicada a los rosebud de algunos escritores europeos. Elegí una maleta -los organizadores me han buscado la de la imagen- para asociarla en el escenario con una idea de movimiento, la idea portátil que desde 1985 mueve mi obra. Te sugiero que inicies la página de la Historia abreviada con la imagen de esa valise que haré pasar por mía.
martes, 15 de septiembre de 2009
Coetzee y él mismo, por tercera vez
En Summertime, Coetzee utiliza una estructura más novelística. Imagina que su otro yo murió cuando estaba a punto de escribir una continuación de Infancia y Juventud que iba a comprender su regreso a Sudáfrica procedente de los Estados Unidos en los años 70. Dejó cuadernos que sugieren que, de haber vivido, su Summertime ficticia se habría escrito con el mismo estilo que las novelas memorias anteriores. Ahora un académico, Vincent, que no conoció a John, escribe un relato de ese período de la vida del escritor valiéndose de los cuadernos y de entrevistas con cinco personas que habían tenido una relación. La figura de Coetzee que surge de los relatos de las mujeres es simple, fría, torpe, distante, obstinada, tonta. Es desaliñado y sin atractivo, tanto en el plano físico como en el emocional y el intelectual. Es grosero, audaz cuando debería ser discreto, reservado cuando debería ser apasionado. Tiene pelo ralo, una barba despareja y se viste mal. Es un perdedor nada romántico que vive con su padre anciano en una cabaña."En lo que respecta a cómo hacía el amor, ahora pienso que tenía algo de autista. No lo digo como una crítica, sino como diagnóstico", le dice Julia a Vincent. Sophie, la última entrevistada, es la que manifiesta una condena más lacónica: "No tenía ninguna sensibilidad especial que yo pudiera detectar, ninguna visión original de la condición humana", le dice a Vincent.
domingo, 13 de septiembre de 2009
La Trilogía Nocilla se une al premio
miércoles, 2 de septiembre de 2009
El escritor desaparecido
Gabriela Bustelo
Acaba de salir al mercado en Estados Unidos la esperada séptima novela del misterioso escritor norteamericano Thomas Pynchon, considerado con Roth, DeLillo y Oates uno de los mejores escritores anglosajones contemporáneos. Fiel a su naturaleza esquiva, el autor no concederá ninguna entrevista y se ha limitado a poner su voz en un esotérico video de dos minutos colgado en YouTube.
JGVásquez sobre La vida breve
Casualmente por estos días yo también leo y releo a Onetti, y comparto lo que dice Juan Gabriel Vásquez en su columna de elespectador.com de Colombia:
martes, 1 de septiembre de 2009
El misterioso señor Rodrigo Rey Rosa
De eltiempo.com de Colombia Hernán nos remite esta entrevista de María Paulina Ortíz a Rodrigo Rey Rosa, "el escritor guatemalteco más universal, después de Asturias y Monterroso". Una buena manera de empezar a conocer a este escritor, ídolo de Bolaño, entre otras cosas: