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miércoles, 25 de febrero de 2009
La novela según la RAE
miércoles, 18 de febrero de 2009
Lágrimas en la lluvia
Por Giovanni Rodríguez
martes, 17 de febrero de 2009
El resplandor del deseo
Hernán Antonio Bermúdez
(de “Lapsus”)
(de “Letanía del que volverá”)
Notas:
Boring Home en una calle habanera
Aunque en los últimos días el ambiente y las amenazas parecían indicar lo contrario, esta tarde a las 15, hora local de Cuba, tuvo lugar la presentación de la obra de un autor no aceptado por los medios oficiales cubanos. Al no ser admitido en la feria que se celebra en La Habana hasta el próximo día 22 de febrero decidieron hacer una presentación en la calle. El acto comenzó a organizarse en el blog de Yoani Sánchez, Generación Y, y después fue replicado por el resto de bloggers cubanos y los interesados por la cultura.Durante el fin de semana la presión contra el autor, con llamadas amenazantes a su casa y envío masivo de correos electrónicos, fue creciendo. También el cerco de vigilancia en el edificio donde habita Yoani Sánchez se multiplicó.Sin embargo, y contra todo pronóstico, pudieron celebrar la publicación del libro "Boring Home". Aunque sólo cuentan con copias impresas de manera casera, la obra se puede descargar en internet de manera gratuita.En los primeros momentos no había más de quince asistentes, mucha vigilancia y los enviados de NBC y CNN como testigos mediáticos del hecho. Al final hubo casi cincuenta simpatizantes. Yoani Sánchez, con evidente júbilo, relataba algunos detalles del encuentro: "Es importante porque han venido jóvenes autores que han sido muy valientes. Hasta el momento no había tenido problemas para publicar por los canales oficiales y esperamos que de ahora en adelante tampoco. Estamos muy sorprendidos, aunque la prensa internacional nos da alguna protección, no nos han impedido nada. Sólo nos han intimidado grabando todo el acto las autoridades, así nos hacían saber que tienen nuestras caras".
lunes, 16 de febrero de 2009
Poeta hundido en paisaje aniquilado
Salvadoreño y hondureño, algo mexicano y algo apátrida, exiliado ágil y perseguido, Horacio Castellanos Moya ha creado un mundo violento que está en todas partes y sólo en sus ficciones. Con varios libros publicados, conocidos fuera de Centroamérica desde hace pocos años, es, por su talentosa prosa, un autor fundamental de la narrativa latinoamericana. La política de (mala) sangre, el terror, la miseria corrupta y la cultura hecha de simulacros forman el paisaje de sus historias, protagonizadas por incómodos seres de perfil bajo, siempre derrotados o al borde de la más solitaria ruina. En ciudades convulsas y fascinadas por el crimen, sus personajes urbanos y civiles conocen la desesperación, el pánico, el rencor, el odio y la razonable locura. La rebeldía y el humor de sus páginas vienen del diálogo con Roque Dalton, que le enseñó a huir a tiempo para ser un escritor antes que un mártir.
Es una intuición, un chispazo. Pero debe pasar la prueba de los primeros quince o veinte folios, que por lo general escribo de un tirón, encendido por el hallazgo. Pero a veces puede ser sólo un fogonazo, y hasta ahí llego y ese papel ya no sirve para nada.
Aún no he leído el último libro de Andrés Rivera. Hace poco vi un video en el que lo entrevistaban: me llamó la atención el manojo de llaves que colgaba de su cintura. Por otra parte, la literatura rioplatense es una literatura rica, que yo siempre he disfrutado. Creo que el hecho de que esa zona haya sido formada por diversas corrientes migratorias (cada una poseedora de una lengua y una tradición) no es ajeno a que se haya abierto a tantas vertientes, a su variedad y riqueza.
Es que esta generación no muestra el mismo entusiasmo hacia su obra. Pero no sabemos si la próxima lo retomará con otro entusiasmo. Es inútil tratar de pronosticar la trascendencia de un escritor contemporáneo, su inserción en el tiempo.
Leí esa novela hace veinte años y me deslumbró. Ahora la he releído un par de veces porque la escogí para enseñarla a jóvenes estadounidenses que quieren ser escritores, y me sigue pareciendo una obra extraordinaria. En esa novela, Piglia es el primer escritor en lengua castellana explícitamente influenciado por la prosa de Thomas Bernhard. ¿Un pionero, no?
Como le dije antes, la tonalidad de la prosa, su música, me llega de golpe o no me llega. Ahora bien, una vez que comienzo a navegar sobre esa música trato de ceñirme lo más posible a ella, trato de abandonar mi personalidad o ego, como quiera llamarle, para disolverme en la voz que narra, ser ella y nada más ella. La corrección del texto casi siempre consiste en quitar aquello que es yo y no la voz narrativa.
Muchas veces, sí. El fracaso es nutritivo para la literatura, el fracaso como la imposibilidad del hombre de controlar sus pasiones y sus circunstancias, y más bien ser víctima de ellas.
El sentido de nombrar el objeto de una sátira es darle carne a esa sátira; el riesgo, por supuesto, es que genera la reacción de esa carne, que resiente la herida, la hendidura. Y las reacciones a veces pueden ser violentas.
Eso me dijo un amigo mexicano, que El asco le parecía una declaración de amor no correspondido. Me gusta una frase del Balthazar de Lawrence Durrel que utiliza Roque Dalton como epígrafe en su novela Pobrecito poeta que era yo: “Es deber de todo patriota odiar creativamente a su país”. Aunque yo no sea un patriota.
Puede ser. Los hombres siempre buscamos justificarnos de las maneras más inesperadas y siempre negamos que nos estemos justificando. ¿Lo ve?
No he conseguido nada más que la enemistad de la elite salvadoreña, en especial de los encargados de promover el turismo. Y la simpatía, por supuesto, de los insensatos compañeros de ruta. El libro ha sido traducido al francés, pero los editores en alemán e inglés le rehuyeron por su incorrección política.
He vivido esa experiencia con la idea de que tales oportunidades no se presentan muchas veces en la vida y que por lo mismo hay que aprovecharlas al máximo. Me he dedicado a escribir, a avanzar en los proyectos que tenía y a pensar en nuevos.
No me parece que haya una ausencia de historia social, lo que sucede es que la historia social es el paisaje de fondo que apenas se percibe; la conspiración es la que genera la fricción narrativa y por tanto la que conduce la trama. Y si hablamos de conspiración, pues lo policial (el misterio, la acción, lo encubierto) encaja de manera natural.
No sé. A veces tengo la ilusión de que escribiré una novela donde todos esos personajes tendrán un lugar, una especie de bacanal en que la que cada uno jugará un papel muy distinto al acostumbrado, forzado por las circunstancias. Pero es sólo una ilusión. Yo escribo poco a poco, sin grandes planes, para no sufrir grandes desilusiones.
domingo, 15 de febrero de 2009
Apollinaire por Vila-Matas
Se ha vuelto tan surrealista el mundo que pocos ya recuerdan quién inventó el adjetivo surrealista. Y seguramente, además, ni importa. Tampoco sabemos quién inventó la crisis y aún menos la palabra crisis, y tampoco pasa nada. ¿De qué nos serviría saberlo? Hasta les debe de parecer a algunos más que surrealista saber quién inventó el término surrealismo. Pues bien, fue Guillaume Apollinaire.Pensé en la cuestión del invento de esa palabra hace unas semanas cuando me encontraba en París buscando -no negaré que con ansiedad exagerada- la fachada oculta de una casa de doble fachada en la rue de Saint-Guillaume. De pronto, a 50 metros de esa calle, di con una placa que nada tenía que ver con lo que buscaba: una placa en el 208 del boulevard de Saint-Germain que decía que en aquella casa había vivido y muerto el poeta Apollinaire.Si había muerto allí, yo estaba debajo de la mítica buhardilla donde el poeta escondía todas las estatuillas y abalorios que robaba impunemente a diario en el entonces algo descuidado museo del Louvre. Aunque todo sea dicho: tanto iba el cántaro a la fuente que acabó siendo acusado injustamente del robo de La Gioconda y pasó 10 días en la cárcel, donde escribió uno de sus poemas más conmovedores, A la prisión de la Santé.Así que buscando una fachada emboscada, fui de un Saint-Guillaume a un Guillaume a secas. Y acabé dando con una buhardilla que creía conocer de memoria, de tantas historias que en ella me había imaginado. Miré desde abajo ese lugar de mi imaginación. ¿Sabría el que viviera ahí ahora que la primera vez que alguien escribió la palabra surrealismo se escribió allí?En 1917, Apollinaire se disponía a estrenar Las tetas de Tiresias y, no sabiendo cómo adjetivar aquella obra de teatro, la calificó en el programa de mano de drama surrealista: "Cuando el hombre quiso imitar el andar, creó la rueda, que no se parece en nada a una pierna. Así hizo surrealismo sin saberlo". Siete años después, en 1924, André Breton -descubridor de tantas fachadas ocultas- recuperaría el vocablo y lo difundiría por el mundo y se atribuiría más méritos de los que tenía.Aunque sé que Apollinaire fue un gran poeta, no tengo la costumbre de leerle demasiado, pero la semana pasada descubrí que acababa de publicarse entre nosotros -valiosa traducción de Marta Pino- sus fascinantes Cartas a Lou, poemas de amor a la novia a la que escribía desde la guerra: poemas de gran carga erótica mezclada con ciertos experimentos que le llevan de un clasicismo inicial, casi cursi, hasta el vanguardismo final de versos sin rima ni esquemas rígidos: una trayectoria que va del amor cortés a una erótica final, influenciada por el Marqués de Sade. Un escándalo en el contexto de su época, donde el gran escándalo tendría que haber sido otro; tendría que haber sido la guerra, la primera gran guerra del 14, la misma a la que se apuntó con entusiasmo Apollinaire y que le costó la vida. Regresó del frente herido y nunca he podido olvidar un grabado de la época en el que se ve a Apollinaire con la cabeza vendada, en su buhardilla, rodeado de una multitud de objetos (que siempre imaginé robados), poco antes de morir. El pie del grabado decía: "Apollinaire herido mortalmente y víctima de la española". Murió el mismo día que se firmó la paz y que el pueblo de París se echó a la calle para celebrarlo. Y murió de española -de the Spanish lady, nombre que dieron en 1918 a la epidemia de gripe que asoló Occidente-, que es también una forma muy surrealista de morirse.
Alan Pauls, el azar y la enfermedad
Durante un tiempo corrió el rumor de que no existía. Que su nombre era una invención de otros escritores, entre ellos el español Enrique Vila Matas -que lo incluyó en uno de sus libros- y el chileno Roberto Bolaño -que solía referirse a él como "uno de los mejores escritores latinoamericanos vivos"-. Pero Alan Pauls no es una invención. Nació en Buenos Aires en 1959 y es autor de una de las obras más interesantes de las letras actuales argentinas. Después de ganar el Premio Herralde de Novela con El Pasado, en el 2003, Pauls se volvió de carne y hueso, seguramente contra su deseo de continuar invisible.
Ningún libro responde al plan inicial, y está bien que sea así. La ficción gana cuando el azar respira en ella. De lo contrario no sería escribir, sino ejecutar. El juego de fuerzas entre el control y el margen de azar es muy rico. Escribir es pasar de un hito a otro hito, y muchas veces lo más importante sucede en el medio, entre uno y otro.
Me interesa porque es un estado de transformación; del cuerpo, del alma, de la mente. Y escribir es dar cuenta de que algo cambia. La enfermedad no es sólo un estado deficitario, lo negativo, lo malo. Es una alteración de la percepción que te permite ver las cosas de otro modo. Es como la droga legal que todos tenemos a nuestro alcance.
viernes, 13 de febrero de 2009
Beautiful woman writer
Para sus novelas, dice, "es imprescindible pasar mucho tiempo en cárceles, patrullando las calles, o en depósitos de cadáveres, en definitiva, con todo aquello relacionado con la industria de la muerte", porque quiere que sus narraciones sean "auténticas".
"Soy la única escritora que ha probado científicamente que escribo mis libros". En este sentido, ha comentado que en el año 2002 y ante el hecho de que se la cuestionara continuamente, decidió someterse a un polígrafo, por iniciativa de un periódico australiano, demostrando que era ella quien se sentaba ante el ordenador y creaba sus historias.
Conclusión: Una entrevista inédita entrañable huraño
por Gustavo Campos
“En julio de 1998, unos cuatro meses antes de que Roberto Bolaño recibiese el Premio Herralde de novela con Los detectives salvajes y antes, por lo tanto, de lo que sería el inicio del reconocimiento mayoritario y unitario del escritor chileno, dos estudiantes de periodismo en prácticas en la revista Quimera le habían solicitado una entrevista al autor; no porque fuesen unas visionarias y supieran lo que se avecinaba, sino porque estaban elaborando un dossier para la citada revista basado en una encuesta que habrían de contestar escritores latinoamericanos que entonces residían en España.”
Bolaño Salvaje, 2008
He aquí una de las preguntas elaboradas por ambas estudiantes, Sònia Hernández y Marta Puig, a Roberto Bolaño:
¿Cómo valora la narrativa española más reciente?
La narrativa es espléndida. La poesía es como para cogerlos a todos y tirarlos por un barco a alta mar.
Criterio similar al de Bolaño le he confiado desde hace algunos años a amigos y amantes de la literatura. Y más de alguno ha desacreditado mi opinión. Sin embargo, para mi tranquilidad como creador, es reconfortante saber que un autor de mi gusto opinó lo mismo sobre los poetas españoles hace poco más de una década. Tal juicio habría que extenderlo a hispanoamérica.
Y esta preocupación que a veces me entristece o irrita se ha convertido en tema de algunos de mis escritos.
Asimismo, he procurado siempre recordar algo que dijo Pound respecto a confiar en juicios de creadores que hayan elaborado una obra maestra. Y, sobre todo, confiar en mis criterios nacidos probablemente de dos fuentes, la lectura y la intuición u olfato de buen lector, y hablar sólo cuando sea necesario hacerlo. Y crear sólo cuando sea necesario.
Al respecto recomiendo releer con atención el siguiente fragmento de A. Pizarnik que cumple la función de Ars poética:
Pero no hables de los jardines, no hables de la luna no hables de la rosa, no hables del mar. Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo. Oh
habla del silencio.
(nota: la Pintura pertenece a Henri Michaux)
jueves, 12 de febrero de 2009
"Los músicos de hoy reciclan hasta el cansancio"
Por Ricardo Tomé
¿Cuánto tiempo como músico profesional?
¿Cómo empezaste?
28 años de carrera ¿Cómo te mantenés?
¿Has vivido "en la carretera, aparcado en un blues"?
¿Has trabajado con músicos de alto nivel de otros países?
¿En qué trabajás actualmente?
Dicen que sos muy disciplinado, perfeccionista...
Normalmente plasmamos en lo que hacemos situaciones personales; sin embargo en Encuentros, tu último disco, se percibe algo diferente a lo anterior: sensibilidad al dolor de los demás...
Siempre con el último disco... ¿por qué letras “pesadas”, temas de los que nadie quiere hablar?
¿Esperás alguna reacción con tu música?
Luna Hiena. Todavía te la piden como si la hubieras hecho ayer…
¿Cómo ves a los músicos de Honduras, especialmente a los jóvenes?
Muchos grupos y escasa calidad. ¿Qué falta?
Tres alegres Herraldes
"Gracias a la generosidad del jurado del premio Herralde, ascendí de "absoluta" a "prácticamente" desconocido. Si adquieren uno o más ejemplares del libro, serán promotores de otro ascenso, un poco más miserable pero no menos bienvenido: de "muerto de hambre" a "tipo que tiene para los vicios el año que viene. Ustedes sabrán", dice Busqued."Al final del día sabes que, pase lo que pase, aunque no tengas dinero, aunque pierdas el empleo, aunque tu mujer te deje, aunque no tengas qué comer, sabes que tú seguirás ahí, necio, escribiendo y pegándole duro todos los días a las teclas del ordenador (...) Pero uno se acostumbra y luego, con el tiempo, hasta se vuelve un tanto masoquista y aprende a disfrutarlo", cuenta Maldonado."Yo tampoco he ganado hasta ahora ni un duro escribiendo, todo lo contrario: siempre estás trabajando, echándole horas al pozo (...) Yo tendría que agradecerle muchas cosas a la literatura aunque no hubiera publicado nada. De hecho, no sé qué habría sido de mi vida sin ella durante los últimos 15 años. A qué me habría agarrado", añade Morella.
miércoles, 11 de febrero de 2009
Me da risa la crisis
Por Giovanni Rodríguez
martes, 10 de febrero de 2009
Pasando
Bajo altos edificios
en las aceras
en la algarabía de tomates y repollos
de los mercados
en los elevadores y tranvías
cruzando puentes
contestando a gritos
discutiendo a gritos
llorando a gritos
sintiendo en la garganta y en los sesos
el aguardiente de una cólera terrible,
leyendo diarios o revistas
en consultorios pintados de blanco,
por todos lados, a donde vaya
aquí, allá, siempre he tenido,
tengo en los ojos ante mí
ese color de cuernos negros,
tengo en la boca, siempre
ese sabor a exilio.
Nelson Merren, Color de exilio (1970)
viernes, 6 de febrero de 2009
Tour breve por los blogs de H
-En El infierno musical, por ejemplo, Darío Cálix, más conocido en el mundo del hampa como "El Cipote", da cuenta de sus lecturas del momento y de los discos que va descubriendo y redescubriendo por ahí, en breves reseñas nada rigurosas (no necesitamos que lo sean) y más bien chispeantes y entusiastas pero tampoco carentes de ingenio y de buen gusto.-En el ya citado blog Arlequín, Óscar Mejía y Luis Núñez, dos ex integrantes de aquel mítico grupo del mismo nombre (lo de "mítico" es una categoría establecida por una nueva generación de creadores de mitos en la culta Tepas) publican interesantes reseñas sobre música y sobre libros, además de poesía y narrativa de autores de H. Interesante blog, con buen diseño además.-En La obsesión de Babel, Mario Gallardo, en notas generalmente breves, nos demuestra su afinado sentido crítico y su buen olfato como lector que se actualiza permanentemente. Si usted es de los lectores que hacen caso a las recomendaciones de los amigos, haga caso a lo que le recomienda Mario y no acabará defraudado. Puede empezar por aquí.-Fabricio Estrada, en su Bitácora del Párvulo, alterna artículos de opinión sobre cultura, política o literatura con noticias culturales, poemas y fotografías de su autoría en un intento de juntar todo aquello que constituye su visión del arte y de la vida, como un aleph particular en donde podemos ver reunidas sus ideas, sus obsesiones, sus manías y hasta sus miedos.-Hay dos blogs en Tegus que me agrada leer: uno es Castillo de If, de Jorge Manuel Martínez Galeano, kilométrico nombre sustituible por Edmond Dantes, en donde su autor, joven que de las leyes del Derecho pasa a las Letras, nos mantiene actualizados sobre el día a día de su vida como lector, cinéfilo y "aprediz de melómano". El otro es Pequeñas estaciones, de una señorita que se hace llamar Saturnine y que, con sus "post-histéricos", resulta enormemente divertida. Viéndolos juntos, estos dos blogs me dan la idea de una novela-blog de iniciación; es como si los dos personajes, EDantes y Saturnine, nos mostraran las distintas etapas de su aprendizaje en la vida cuando lo único que se proponen, quizá, es relatarla y desahogarse haciéndolo.-El el blog de FLHenríquez, dedicado casi exclusivamente a la crítica de poesía, podemos encontrar ensayos, reseñas y comentarios sobre muchos de los libros de poesía publicados en Honduras en los últimos años. Valioso espacio éste para un país en donde abundan los creadores pero no tanto los críticos.-En un blog que ahora identifico como PGC (Sobrevivientes) vive todavía Supercero, sólo que estrenando su reciente maridaje poético en un continuo acto valiente de resistencia pero que ahora, sin la fuerza, el ingenio y el sentido del humor iniciales, se nota desdibujado. Siguen ahí los Poetas del Grado Cero, ahora convertidos en la Pareja del Grado Cero. Esperemos que el blog de Metáfora resulte mucho mejor.-En el fantiano blog Pregúntale al polvo, Murvin Andino se muestra interesado por el cine y la literatura, generalmente con textos copiados de otros sitios, aunque a veces su autor se aventura con alguna reseña, un comentario o un texto narrativo de su cosecha.-Gestalt es el blog de Adalberto Toledo, otro sampedrano precoz, que se lleva bien con el cine, la tecnología, el diseño, la literatura y los videojuegos. Aquí es posible encontrar preguntas del tipo "¿Cómo se relaciona la fotografía de modas con el arte abstracto y la filosofía?", y su autor trata de responderlas valiéndose de lo que va aprendiendo de sus lecturas y de sus incursiones en el ciberespacio.-Un blog nuevo y que aún no alza suficiente vuelo es Deriva, de Salvador Madrid. Se fundó en noviembre pasado y hasta el momento su autor ha publicado ahí unos cuantos textos críticos sobre libros de poesía hondureños y un par de cositas más. Ojalá se llegue a consolidar este blog como otra alternativa para la crítica literaria de H.
Final del éxodo
Mi padre dejó de estar aquí un treinta y uno de marzo.
Se fue en la madrugada y se internó en la tarde.
A las últimas paletadas de tarde quedó un bulto
de nubes que lo tragó la noche.
Le vestí yo. Y mi hermano. Juntos lo pusimos en la caja. Mi madre,
buscó con Cristo una medalla, en cruz, para el pecho, y un velo
para el rostro, en su baúl, y una sábana blanca
que trajo un hondo olor secreto a sacro bosque.
Prendí la cruz en su camisa mía y le enlacé las manos como
lo hacía, dedo a dedo, sin pesares. No hubo menester de cerrarle
los ojos. Ni la boca. La cabeza la dejó, de lado, y el corazón,
oblato…así como si rozara una orilla blanquísima.
Yo no quería abrir la Casa. Salí, dejándola cerrada
a telefonear a mis hermanas. Volví con Ángel. Mandé abrir la fosa.
Hice el altar. Ángel se fue a terminar unos encargos, y, por primera vez,
los tres: mi madre, él, yo, a puertas cerradas, cada quien quedó solo.
Yo hubiera deseado no tener que abrir. Me refugié
en mi corazón, en lo remoto blanco. Y no sé.
Pero tuve que abrir bajo o sobre mi corazón,
ante dios, desde él. Mi madre y yo rezamos solos.
A las tres doblaron. Mamá se sobó la frente, y dijo: “Vaya, pues,
que le vaya bien. Que dios lo bendiga.” Yo le palpé las manos. A las
cuatro fue la Misa. Y el coro del colegio lo subió a una iglesia de música.
Y sin ver aquí seguía yo oyendo en la luz ante el obispo acá a San Mateo.
Llegamos al cementerio. Vi descender la caja, caer la tierra a lo profundo.
Alfredo, un estudiante, como Tobit, agarró la pala, Moncho, y otros hombres,
y las manos sudando fueron como verano victorioso.
Niños aparecieron sembrando flores sobre la tumba alta.
El diez de abril quemé sus últimas cositas: -había ya quemado
su frazadita verde- su camita de ocote, su colchoncito,
su sabanita, su almohada, sus zapatos viejos, sus tres camisas,
su pantalón café, su pailita amarilla, su tacita acua, y su jarrito rojo.
Dos hermanos y yo le dimos fuego. Mi hermana se entró con Juana.
Bertha y yo nos quedamos viendo los últimos carbones.
Y lloramos. No había viento.
Las cenizas quedaron en el patio.
El lunes once di parte de su muerte. -“¿Nombre?”- Rafael.
1890. de Gregoria Cardona y de Lorenzo Andrada.
“¿Profesión?” –Zapatero.- “¿Escolaridad?” –Secundaria.
-“¿Deja bienes?”-… (El me enseñó a servir, a leer, a pensar…
Me dijo ya para morir: “Ya me voy. Me voy al cementerio.
Dios es el creador de todo el universo y de todos los hombres.
He tenido la fortuna de tenerte, que Dios te proteja.” Y viendo a José,
refiriéndose a mí, agregó: “Es tu hermano. Es tu hermano.”
Le pregunté que cómo se sentía, y respondió que bien.
Sólo dos veces lo vi en vida abandonar la cabeza.
Eran las vísperas. Ah, cómo deseaba volver a oírlo conversar,
referir leyendas, historias de caminos, una historia.
Jamás habló mal de nadie y jamás habló mal.
Unos meses antes que le leía no sé a quién y a Char, le dije
por ver si estaba atento, “ ¿Te gustan?” –“Sí, mucho,
los dos son buenos”…No sé si era a Rimbaud.
-“¿Deja bienes?”
… “pero Char es tan denso.”)
-Ninguno. (Eso. Esto.
Este poema es suyo. Pero esto no es nada.) Nada.
Edilberto Cardona Bulnes
Comayagua, 1977.
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