martes, 24 de junio de 2008

Intelectuales full time

Por Giovanni Rodríguez

El título de este texto viene de un amigo, M, a quien le revienta ver a tantos seudointelectuales que desdeñan cualquier tipo de manifestación humana no vinculada estrictamente con lo que ellos consideran “la cultura seria”. Escuché el mote por primera vez de su boca, con cierto tono irónico y burlón absolutamente justificado, cuando me lo atribuyó a mí precisamente, después de manifestarle mi renuencia a acompañarlo a él y a otros amigos a ver una película made in Hollywood.
Un intelectual full time, según el estudio antropológico de mi amigo, nunca ve la televisión; no lee más que historia, filosofía, literatura y las noticias económicas, políticas e internacionales de los periódicos; no se siente atraído por ningún deporte ya que considera que el deporte aglutina a las masas y las masas no son representativas de “la cultura seria”; no se permite escuchar otro tipo de música que no sea la música clásica; nunca va a las salas de cine porque ahí sólo se exhiben las películas comerciales.
Todo lo anterior, si se trata de una enumeración de sus características más sobresalientes, pero si somos acuciosos, podremos identificar a los intelectuales full time como serios, solemnes y ceremoniosos, con un sentido del humor selectivo que les permite reír sólo lo necesario para no parecer vulgares; políticamente correctos; quizá –si acaso y en compensación por su odio al fútbol- aficionados al ajedrez, al que no consideran deporte sino ciencia; bebedores ocasionales de vino y consuetudinarios del café; practicantes de hábitos incorruptibles; para citar sólo algunas de sus manías.
Lo curioso es que estos tipos jactanciosos y pedantes (como pude haberlo sido yo –pobre iluso- en algún tiempo) que tratan de vendernos, desde una supuesta inteligencia superior, una imagen de hombres cultos, por mucho que se esfuercen, la mayoría de las veces no demuestran serlo ni remotamente. En cambio M, que es un gran aficionado al fútbol, que escucha y disfruta tanto de Jethro Tull como de Plácido Domingo, que alterna sus lecturas de literatura con la de los diarios deportivos y que conoce al dedillo el cine de Bergman, de Godard y de Buñuel sin que esto le impida relajarse viendo en la pantalla a Indiana Jones, es el hombre más culto que he conocido.
Otro amigo, D, –también cultísimo- tiene una curiosa inclinación por el cine porno y el de serie B, y es tanto lo que sabe de estos subgéneros cinematográficos que se ha planteado muchas veces la posibilidad de escribir un extenso ensayo al respecto, al igual que M tiene la inquietud de dedicarle un libro a su equipo de fútbol favorito.
Hace falta que los intelectuales de hoy sean más de esta clase que del tipo full time. La idea de la alta cultura como un asunto de tiempo completo se me antoja aburridísima. Un poco de pop o de Dadá les hace falta a nuestros aspirantes a hombres cultos. Un poco más de irreverencia y un poco menos de solemnidad. La Mona Lisa con bigote dalineano. Marcel Duchamp exponiéndole un urinario a un mundo perplejo. Juan Villoro analizando la vida y obra de Diego Armando Maradona. Nietzsche y Sade leídos por pastores y sacerdotes en las iglesias. Que cosas así ocurran en nuestra provinciana cultura, mientras el Primitivo Maradiaga intenta llevar por enésima vez a una selección al mundial y yo disfruto de la Eurocopa de fútbol en algún bar o en la comodidad de mi casa.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la primera vez que leo algo de humildad en el editor, pero no puedo dejar de pensar que simplemente ha sido políticamente correcto, ya que él se considera o aba un intelectual a full time, como si leer un comic o ver cine de Hollywood sea algo maldito o escuchar regento un acto impuro.
De vez en cuando me paso por aquí y pico un poco de todo, este articulo, comentario expiación, o simple relleno de espacio, etc, me ha sorprendido, sobre todo habiendo leído aquí mismo sobre el hartazgo de nuestro estimado editor, quién está harto de SR, JS, JS, quizás sea un nuevo giro.
Cuando me disponía a escribir estas líneas, no era precisamente esto lo que había planeado, pensado, esbozado, llámesele como quiera, más bien iba a referirme a algo que comentaba por ahí el editor respecto a la lectura de los apestados libros de autoayuda al parecer literatura barata según GR(evidentemente no de manera textual), como en todo, hay que matizar, los libros de autoayuda no son otra cosa más que eso, algunos son experiencias vividas que ayudan a plantearse una manera distinta de ver los problemas y otros comentarios para ayudar a encontrar la libertad(el fin último de toda terapia es liberarnos) no digo que todos los libros de auto ayuda sean la panacea, ni mucho menos, pero tampoco puedo decir que no sirvan, habrá a quién seguro le habrán supuesto un cambio en su vida.
El mundo de la sicología es complejo y por desgracia para algunos una mentira por no seguir un rigurosos método científico y no ser capaz de reproducir un mismo fenómeno repetidas veces bajo las mismas condiciones, cosa que es evidente, como seres humanos cambiamos constantemente, por lo que pensar en un método científico estilo ciencias naturales es inaudito, por suerte la física cuántica ha venido a demostrar que las leyes de la física no son inmutables, amen las partículas subatómicas.

Anónimo dijo...

No den la nota... es una parodia esto? quiénes "fueron" los intelectuales?