Thomas Pynchon en un capítulo de Los Simpson.
En una nota leída ayer en El País el periodista Eduardo Lago afirma que hasta los escritores sin rostro se pasan a los 'best seller'. Esto en alusión a la última novela del norteamericano Thomas Pynchon, Vicio innato, que actualmente ocupa el lugar 31 en la sección de libros de Amazon, o sea: consolidado como auténtico best seller, sabiendo lo que significa aparecer en esa lista. Pero no hay que alarmarse, porque la afirmación de Lago es un tanto irónica, y si bien apunta que en esta última obra del inencontrable Pynchon la extensión no supera las 400 páginas, "la cronología es lineal, la estructura manejable y el argumento se puede seguir casi siempre", no significa que nos vamos a topar con otra novela zafoniana o con otra historia de sectas secretas y misterios davincianos. No, lo que ha sucedido es que Pynchon es un poco más condescendiente esta vez y en lugar de construir otra obra compleja y de difícil lectura, lo que hace es ofrecernos una novela "rebosante de encanto y humor, como corresponde a una época anterior a la pérdida de la inocencia, abundan el sexo, las drogas y el rock and roll. Hay surferos, conspiradores, rubias platino, contrabandistas, bailarinas de strip-tease, estafadores y más, todo un reparto que sólo una imaginación como la de Pynchon puede concebir. Las nuevas generaciones de lectores están de suerte: el misterio de la más alta forma de literatura a su alcance. Un autor que se carcajea del sistema. Y encima vende".
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