Por Giovanni Rodríguez
Es increíble que Honduras esté sumida en esta crisis política por culpa de una simple suposición. Los golpistas suponían que de no haber actuado como lo hicieron, Mel Zelaya habría implantado en el país un régimen dictatorial basado en las ideologías de izquierda y apoyado por el ogro político de Chávez. Esto, si suponemos (también nosotros tenemos derecho a suponer, supongo) que lo único que a los golpistas les preocupaba era que Zelaya se perpetuara en el poder, pero ya dados a suponer, supongamos que temían además que Zelaya continuara agarrándoles los huevos con las reformas sociales que había empezado a implementar y que les afectaban directamente pues éstas tenían que ver con beneficios a las clases más desposeídas y ellos, los golpistas, claro, son la otra cara de la moneda, en donde cualquiera con dos dedos de frente puede identificar la explotación obrera, las prebendas desde el Gobierno, las licitaciones prefabricadas, la impunidad empresarial, la exoneración de impuestos, etcétera.
Sólo en un país como Honduras podía ocurrir semejante imbecilidad. Y mientras tanto, siguen ocurriendo cosas que confirman que lo que Micheletti y su pandilla temían era simplemente que Zelaya continuara coartándoles su libertad para hacer y deshacer, para abusar y reabusar, para manejar la economía a su antojo con las facilidades de siempre. Siguen ocurriendo cosas que confirman que ellos mismos, los golpistas, se están convirtiendo en tiempo record en aquello que tanto suponían sería exclusividad gubernamental de Zelaya: abuso de poder, supresión de las garantías individuales de los ciudadanos, en resumen: un régimen dictatorial y por si fuera poco, con visos de chavismo.
Sigamos nosotros también suponiendo y supongamos que esta crisis política nunca acabará, que se mantendrán vigentes hasta el fin de los días las esperanzas en el Plan Arias, que el diálogo entre golpistas y depuestos se iniciará cualquiera de estos días, que Micheletti seguirá al frente de la gran farsa hasta el día que haya que entregarle el poder al presidente que resulte de las elecciones que supuestamente se celebrarán en noviembre (será también golpista). Supongamos que la resistencia se mantendrá con la misma fuerza que hasta ahora y que el gobierno golpista seguirá suprimiendo a los ciudadanos, en otra clara anulación de la Constitución de la República, sus garantías individuales, una de ellas: la de negar la libertad de expresión y cerrar los medios de comunicación que se le opongan, calcada de Chávez, a quien tanto critican y relacionan con Mel Zelaya.
Supongamos que la OEA, la ONU, la Corte Internacional de Justicia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por separado cada país más o menos civilizado del mundo siguen pronunciándose en contra del Golpe de Estado y a favor de la restitución de Mel Zelaya. Supongamos que seguirán desapareciendo unos y apareciendo muertos otros, que cada día Honduras le irá haciendo honor a su nombre y quedará reducida a una cloaca que desde hace mucho tiempo viene mereciendo ser pero que ahora un oportuno brote de dignidad permite reconocer como terreno propicio para un poco de esperanza. Supongamos que todas esas cosas seguirán sucediendo de aquí a, por ejemplo, cinco o diez años, y hagámonos la pregunta: ¿en qué quedará Honduras?
Es fácil y hasta divertido suponer. La imaginación da para mucho. Dio para mucho por lo menos para los golpistas. Pero ahora no se trata de suposiciones. La evidencia es abrumadora. El Golpe de Estado nos está hundiendo todavía más. ¿Qué espera el mundo, ese mundo que en su mayoría se ha mostrado en contra del Golpe de Estado, de la represión y del inicio de esta dictadura, para mover algo más que su diplomática lengua?
2 comentarios:
Bueno la verdad esta interesante... el ver las cosas a largo plazo.Todos pienso creemos y esperamos que despues de las siguientes elecciones..haya como se dice UN BORRON Y CUENTA NUEVA!!a todo lo q pasa.
Que bien suena verdad un Borron y cuenta Nueva "OSEA" que se hagan las elecciones y despues, QUE o bajo que un regimen golpista eso implicaria que luego el siguiente gobierno tamb aria lo que quiera con este pais. de eso es lo que ya esta cansado todo el pais de las injusticia
para mi que el publo decida y es el pueblo el que esta en las calles
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