Fuente: pedrophablo.wordpress.com
Cada vez que alguien que no tiene nada que ver con libros y se entera de que yo sí tengo mucho que ver con ellos me pregunta por qué me gusta tanto leer, le contesto que porque en mi primer contacto con la literatura a quien me econtré fue a Poe. "¿Poe? ¿Y ese quién es?", preguntan, y les digo que es el escritor por quien, desde muy pequeño, sentía el macabro placer de encerrarme en mi cuarto para leer sus cuentos, unos cuentos que leía de un tirón con el corazón palpitándome igual de fuerte que como probablemente palpitaría si hubiera visto un fantasma. La última persona que me hizo esta pregunta es Isabel, y me la hizo justo cuando pasábamos frente a mi librería de siempre y les manifesté a ella y a Carlos, su marido, mi intención de entrar para ver si ya había llegado un libro que esperaba. Al final de mi recorrido por las estanterías (prefiero hacer eso antes que ir directamente a la caja a preguntarle a la muchacha y que ella, ingresando en la computadora el apellido del autor del libro, confirme si lo tienen o no), durante el cual miraba de reojo a mis amigos también curioseando, repasando los lomos de los libros, extrayendo uno para leer la contratapa y luego devolviéndolo a su sitio, me topé con la agradable sorpresa de que Isabel llevaba a la caja el primer tomo de los cuentos de Poe, en la edición de bolsillo de Alianza y traducción de Cortázar, dispuesta a pagarlo y luego, en su casa, confirmar qué tan bueno era ese viejo medio pelón que, como les dije en determinado momento, tiene un leve parecido con mi papá. Se llevó a Poe, entonces, Isabel a su casa y desde entonces no he vuelto a verla. Han pasado dos semanas pero esperaré otras dos antes de llamarla y preguntarle que qué tal Poe, que si le ha acelerado las palpitaciónes del corazón por las noches, después del trabajo, antes de acostarse a dormir...
Me entero por los diarios y por internet de los 200 años del nacimiento de Edgar Allan Poe. En todo el mundo se preparan (o se desarrollan desde ya) congresos y encuentros de escritores para discutir su obra; algunas editoriales lanzan biografías y antologías. Yo, me propongo hacerle una de estas noches un modesto homenaje íntimo, discreto: lo llamaré "La noche Poetílica": vino y lecturas macabras, vino y "Enterrado vivo", vino y "El barril de amontillado", vino y "El corazón delator". ¡Salud por Edgar Allan Poe!
2 comentarios:
Recuerdo mis primeras lecturas de Edgar Allan Poe. Fueron tambien muy niño y aunque no fue mi primer autor leido, si fue uno de los que marco mi habito por la lectura... Era un librito de recopilaciones de sus historias llamado "Historias extraordinarias" y como todos: quede enganchado a sus historias de terror y suspenso... Saludos a Poe hasta el mas alla.
Comparto la misma experiencia...pues Edgar A Poe se podría considerar uno de los majestuosos escritores que lo inhiben al lector, lo extrae de este mundo para llevarlo a otro, y qué más que sus famosísimos cuentos de terror... ahhh: Brindis de nuevo por el morboso.
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