lunes, 2 de febrero de 2009

SRamírez sobre un fotógrafo de H

El fotógrafo Andres Serrano. Fuente: Bernardo Pérez. El País.
Encuentro por casualidad un texto de Sergio Ramírez, publicado el 25 de junio de 2007 en su blog de El Boomerang, en el que nos habla de un fotógrafo hondureño cuyas fotografías, entre las que destaca una de un crucifico en una bolsa de orina, "ponen el dedo en la llaga". Aquí les va el texto:
Madrid. Me han dicho que en el Círculo de Bellas Artes se exhiben las fotografías de un artista hondureño de renombre, Andrés Serrano, y he ido a ver la exposición que se llama El dedo en la llaga. Las referencias de los vínculos de Serrano con Honduras no las he encontrado por ningún parte, y no he dado con ellas sino después. Nació en Nueva York en 1950, hijo de un marinero de la costa norte de Honduras y de una cubana a la que abandonó. La madre, sometida a crisis mentales, llevó al niño a Honduras, un viaje fracasado en mucho sentidos, pues el hombre tenía otras tres mujeres, y Serrano habría de regresar más tarde solo, otra vez en busca del padre, como si persiguiera un fantasma. He ido primero a ver su serie de La Morgue en un sótano del edificio, aterradoras fotografías de cadáveres que representan un homenaje a la sensualidad de la muerte, cuerpos desnudos que enseñan su belleza congelada, que es a la vez su última fealdad; y luego, he recorrido el piso de la biblioteca donde se exhiben sus retratos de personajes de la cultura pop de los Estados Unidos, desde artistas del vodeville y payasos célebres a miembros encapuchados del Ku Klux Klan, y monjas, frailes, boy scouts. Un formidable artista provocador cuyo Piss Christ, la fotografía de un crucifijo metido en una bolsa de su propia orina escandalizó al establecimiento conservador de los Estados Unidos, tele predicadores y pastores de sectas fundamentalistas, al grado de haber sido amenazado de muerte. Un outsider que registra la vida a través del lente descarnado, como lo haría un retratista de caballete, capaz de pintar santos y monstruos. Éste es el hijo del marinero hondureño, que pone el dedo en la llaga.
Me llama la atención lo que Ramírez nos cuenta de este fotógrafo y me voy a buscarlo a Google. Lo primero que encuentro es una entrevista en El País, con el título "Mi fotografía es religiosa y blasfema a la vez". La entrevista abre con esta frase: "No conozco al señor Andres Serrano y espero no hacerlo nunca. Porque no es un artista; es un gilipollas". Fue pronunciada en 1989 por el senador estadounidense republicano Jesse Helms después de haber observado una foto de Serrano, la conocida con el nombre de Piss Christ (El Cristo de la orina).
Esperemos que los buscahéroes de La Prensa no se emocionen demasiado cuando se enteren de que este hombre tiene la mitad de la sangre catracha. Todavía no sabemos siquiera si conserva en su memoria alguna visión de infancia en nuestra querida H. Sólo sabemos que su tata era marinero, nacido en H y que los abandonó a él y a su nana para disfrutar en H de sus otras tres mujeres. ¡Vaya cabrón el marinero!
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2 comentarios:

DarkRider dijo...

Interesante la entrada, solo que aclaremos unas cositas: Andres Serrano entra al clan de America Ferrera(ugly Betty), David Archuletta(american Idol), Liza Lopez(TLC) y hasta Marco Antonio Solis(El Buki), ya que se dice que todos son Hondureños (aun en contra de las declaraciones de las propias personas). Este Sr. (Serrano) Nacio en New York, no en Honduras...
y por otra parte hay que entender un poquito la vision del artista, la verdad que en algunos lugares tenemos literalmente a Cristo metido entre nuestros desechos, asi que no veo el porque de tanta molestia. Critiquemos a los que lo hacen en la realidad y no a los que lo simbolizan y plasman en una fotografia a veces para servir de critica social...

Anónimo dijo...

Destruyen a martillazos una foto de un crucifijo en un bote de orina
La obra Piss Christ había sido objeto de críticas en las últimas semanas por movimientos religiosos

http://www.publico.es/espana/371840/destruyen-a-martillazos-una-foto-de-un-crucifijo-en-un-bote-de-orina