Me divierto enormemente cada vez que encuentro en alguna novela o cuento una mención a nuestro querido paisito. Se me ocurre incluso que podemos ir archivando en este blog esas divertidísimas apariciones catrachas en la literatura mundial. Las primeras que me vienen a la mente ahora son las de Borges, Bolaño y Vila-Matas, pero trabajaré en la lista y en el archivo (se aceptan colaboraciones). De momento los dejo con la última en esta deliciosa novela de Daniel Sada, Casi nunca, reciente ganadora del Premio Herralde:
Entonces con lo dicho pongámonos en Parras, ese centro cultural universal, superior a, digamos, Tegucigalpa, ¿o cuál fue la referencia anterior?; bueno, pongámonos, sin problemas, en virtud de que ahí estaba viviendo Demetrio en casa de su madre...
¿Se imaginan a Parras, Coahuila como un polo de la cultura universal? ¿No, verdad? Lo que sí es imaginable -y quizá hasta comprobable- es que sea un sitio con mayor proyección cultural que nuestra escheriana capital hondureña. Definitivamente, Sada maneja la ironía, como diría un conocido personaje de la farándula jampedrana.
P.D.: Estoy pensando en un nombre para etiquetar esta sección, este archivo del que hablo en el primer párrafo. Carlos sugiere, seguramente contagiado de la ironía de Sada, el de "Hondureños en el extranjero", lo que me hace recordar otro, proveniente del mismo pestilente sitio al que alude Carlos: "Los legionarios", que en nuestro caso debería ser algo así como "Legión catracha", pero, no, no cuadra y suena mal. Sigamos pensando...¡Ya! ¡Decidido! Etiquetaré estas entradas catrachas con el título de un cuento de Mario: "El discreto encanto de la H". De hecho, las siguientes entradas corresponderán a fragmentos de este cuento.
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