Sergio Ramírez, esta semana en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México). Foto: GIOVANNY GARRIDO
No sé por qué presiento que en Honduras empezarán a suceder muy pronto cosas parecidas. ¿Será porque estamos en tiempo de elecciones y los resultados primarios hacen que la sospecha empiece a derivar en terrible certeza? Esta vez le ocurrió a Sergio Ramírez, y ahí al lado, en Nicaragua. Leamos esta nota de J. R. Marcos que aparece hoy en EL PAIS:
El Gobierno de Nicaragua, a través del Instituto Nicaragüense de Cultura, ha impuesto su veto a Sergio Ramírez (Managua, 1942) como prologuista de la antología de Carlos Martínez Rivas (1924-1998) que EL PAÍS tenía previsto publicar el 27 de mayo de 2009. La selección formaba parte de la colección de poesía dedicada a los grandes poetas en lengua española del siglo XX que este periódico viene publicando semanalmente desde el pasado 23 de noviembre. El diario ha decidido retirar la antología de Martínez Rivas por considerar "inaceptable" el veto a Ramírez.
Los títulos de la colección, dirigida por José Manuel Caballero Bonald, han sido prologados por diferentes escritores, actores y cantantes españoles y latinoamericanos. El Instituto Nicaragüense de Cultura, depositario de los derechos de publicación de Martínez Rivas, expresó su negativa oficial a que Sergio Ramírez prologara a su compatriota en una carta dirigida al gerente de recursos de EL PAÍS el 25 de noviembre. En ella, Luis Morales, director del Instituto, afirma que la voluntad del poeta era que su obra quedara "bajo el estudio únicamente del escritor nicaragüense Pablo Centeno Gómez".
Diez días antes, no obstante, Héctor Avellán, designado por el mismo Instituto como interlocutor para la confección de la antología, transmitió a la editorial Santillana, responsable de la edición de la colección, argumentos igualmente negativos respecto a la participación de Ramínez pero que en ningún momento mencionaban la cláusula de exclusividad supuestamente establecida por Martínez Rivas. De hecho, según el equipo editorial, los trabajos preliminares de la antología avanzaron sin problemas mientras el prologuista provisional designado por Caballero Bonald era un poeta español. Fue en el último ajuste de autores y presentadores (que también afectó a otros títulos de la colección) cuando Sergio Ramínez fue designado como prologuista definitivo.
El 18 de noviembre, Héctor Avellán subrayaba a los editores el deseo del Instituto Nicaragüense: "Reanudamos el proceso de edición del libro si se retoma la idea de que sea un autor español u otro autor quien presente el libro de Carlos Martínez Rivas. Sólo así damos nuestro visto bueno". A continuación proponía el nombre de un poeta español.
Para Caballero Bonald, se trata de "un acto de censura, un atentado a la integridad de la cultura". El responsable de la colección interpreta el veto del Gobierno nicaragüense como "una venganza" de su presidente, Daniel Ortega. Ramírez fue, entre 1984 y 1990, vicepresidente del primer Gobierno sandinista. En 1995 abandonó el Frente Sandinista por discrepancias con el propio Ortega.
Para el novelista, que estos días participa en la Feria del Libro de Guadalajara, el veto es un "atropello a la libertad de expresión" que sólo demuestra una "ambición totalitaria". "El siguiente paso será la prohibición de que mis libros circulen en Nicaragua", informa Pablo Ordaz.
2 comentarios:
a que se debe tu sospecha y que puede pasar en este país de mierda donde todo suecede...
El puño de hierro, compas, y el Opus Dei, y la cerotolerancia, y la mogigatería al poder, y el puritanismo al poder, y la religión al poder, etc... Y la ignorancia al poder...
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